-Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Primado de América (Marzo de 2007).
Presentamos el folleto que contiene "Los Documentos Eclesiásticos sobre la edad de la Primera Comunión de los niños" y autorizamos su impresión en nuestra Arquidiócesis.
En todas las épocas. pero mas ahora en que los medios de comunicación social y el ambiente influyen tanto en los niños, y hacen que lleguen con precocidad al uso de la razón. La Iglesia debe adelantarse en prepararlos en el conocimiento y vivencia de los principales misterios de nuestra fe y principios de la moral; así como sobre la presencia del Señor Jesús en la Eucaristía.
EI niño en sus primeros años es muy sensible y queda marcado con las primeras imagines e ideas que se imprimen en su mente y en su corazón. Con su corazón candido captan muy pronto el ideal de la virtud y del evangelio. La historia nos habla de la santidad de muchos niños ya de seis y siete años. En cambio una influencia funesta, un ambiente malsano en el hogar o fuera del hogar puede dejar en ellos huellas indelebles y malignas. El Señor Jesús nos da ejemplo en acoger y atender a los niños, aun a los pequeñitos. Podemos decir que Jesús, en medio de tanto trabajo de evangelización, sacaba tiempo para estar, hablar y bendecir a los niños. Las referencias evangélicas sobre eso son conocidas de todos. La importancia y excelencia de la educación de los niños en la virtud, y de cualquier otra ayuda a ellos son señaladas por el Señor cuando dice: “cualquiera que acoge a uno de estos pequeños a mi me acoge; y todo lo que hagan a favor de ellos a mi me lo hacen" (Mc.9,36-37; 10.13 y ss).
Con respecto a la edad de la Primera Comunión de los niños, la Iglesia tradicionalmente siempre ha enseñado que se les debe preparar y dar la comunión desde que empiezan a tener uso de razón, alrededor de los siete años. En la antigüedad incluso se les daba la comunión bajo la especie de vino a los niños de pecho, ya bautizados.
Santo Tomas de Aquino dice: "Desde que tienen algún discernimiento", Hoy día, como se sabe el uso de la razón en ellos puede empezar muchas veces antes de los siete años. Hay muchos casos de niños antes de los siete años ya contagiados por el mal. Querer esperar mas años, a los diez o doce años de edad para prepararlos a la Primera Comunión, puede ser que se llegue tarde, y que antes que Cristo entre el pecado y el vicio en su mente y corazón. La presencia de Cristo en la Eucaristía a temprana edad, fortalece la voluntad del niño y le da la gracia para la lucha contra el pecado. Todos los pedagogos enseñan que mientras mas pronto se empiece a moldear al niño en la virtud y en el bien es mejor. Hay que tomar la delantera,
Algunos opinan que es mejor esperar a que 1os niños hagan la Primera Comunión entre los nueve y doce años para que ya tengan más conciencia de lo que hacen y se preparen mejor. Muchas familias cristianas y niños sufren por ese retraso.
Hace pensar la advertencia del Señor: "no se lo impidan; dejen que los niños vengan a mi" (Mt.19,13)
Pero las razones expuestas antes son claras y los Documentos Pontificios, sobre todo, desde San Pío X hasta hoy, ordenan que se preparen y se les dé la Primera Comunión desde que tienen uso de razón. Claro, esto supone que se les da cierto seguimiento a esos niños, máxime cuando son hijos de familias no practicantes. Hay diversos grupos que asocian esos niños bajo el padrinazgo de un catequista, celador o celadora, con fines piadosos y fomentando en ellos la devoción al Santísimo Sacramento.
Aun así algunos pueden fallar y dejar de comulgar o de ir a la Iglesia, pero llevan ya "la buena semilla ". También pueden fallar o alejarse los que la hacen entre los ocho y doce años.
Por fin, debemos tener presente que el Señor Jesús en la Eucaristía es un “Misterio de Fe”. Mas que pretender entenderlo y profundizar en él, es tener esa fe humilde y sumisa en el misterio que llamaba Juan Pablo II: "Misterio grande, Misterio de misericordia!", La fe es más vivida por los sencillos y humildes de corazón, como dice el Señor (cfr. Mt 11,25). en lo cual los niños pueden darnos ejemplo.
Les exhortamos a estudiar con detención esos documentos pontificios y tratar de ponerlos en practica.
Les saluda y bendice de corazón
- Cardenal Bernardino Echeverria Ruiz - Ecuador (1.12.1995)
He leído muy atentamente la “colección de los textos y documentos eclesiásticos sobre la edad de la Primera Comunión de los niños” y me uno plenamente al deseo y a las reglas de los pontífices San Pío X, Benedicto XV, Paulo VI y Juan Pablo II. Me asocio a cuanto ellos han declarado firmemente convencidos que es indispensable “Permitir a Jesús entrar en los corazones de los niños antes que entre satanás” para que así se pueda realizar la renovación del espíritu cristiano en la nueva generación.
Espero que todos adviertan la urgencia de ser fieles a las directrices de los Papas, a las cuales se atiene también el nuevo Código de Derecho Canónico.
- S.E. Rev.ma Mons. Julio Terán Dutari, Obispo Auxiliar de Quito, Vicario Episcopal para el Apostolado de los Laicos (10 de Mayo de 1996) Al Rdo. Padre Orfeo Masón Responsable Arquidiocesano de la Armada Blanca de Quito:
Muy estimado en Cristo, Padre Orfeo:
En respuesta a las consultas que se me han hecho respecto da la Primera Comunión temprana do los niños, según las normas da la Iglesia y 1as loables intenciones de la "Armada Blanca", tengo la grande complacencia espiritual de comunicarle lo siguiente:
El Derecho Canónico (Con. 913 y 914) indica que los niños que han llegado al uso de razón tienen el derecho de que se les prepare según su capacidad a recibir la primera Comunión cuanto antes, previa la Confesión sacramental.
El deber de prepararlos recae en primer lugar sobre los padres de familia y los que hacen sus veces. Se ha de respetar también el deber de los párrocos de vigilar qua no se acerquen a la Sagrada Comunión los niños que no hayan alcanzado el uso de razón o que no juzguen suficientemente dispuestos.
(…)Por tanto, es muy recomendable que la "Armada Blanca" promueva la Primera Comunión incluso muy temprana de los niños que estén dentro de la situación indicada por el Código, aunque no se juzgue conveniente que se adjunten a los grupos ordinariamente preparados; pero para esa Primera Comunión temprana se ha da cuidar que no haya objeción legitima de los párrocos, que tenga la debida preparación, que se efectúe en privado y sin festividades externas y sobre todo que no exima a esos niños de tomar parte a su debido tiempo en los preparativos ordinarios y grupales de Primera Comunión qua se hacen en las parroquias o establecimientos educativos.
Con mi bendición especial para esta obra sacramental, tan querida al corazón del Padre Dios y de nuestro Papa Juan Pablo II, me encomiendo a sus oraciones y a las de toda la "Armada Blanca”.
- Ecc. Rev.ma. Mons. Manoel Pestana Filho Vescovo di Anapolis - Brasile (1996)
No se puede jamás valorar con justicia el trabajo de la Armada Blanca para la defensa de la inocencia de los niños. El corazón y el alma de ellos son las más bellas y transparentes imágenes de la bondad y de la belleza de Dios. Destruir su pureza es un crimen contra la humanidad porque la priva de sus más preciosos valores. No sin razón el señor a dicho «aquel que escandaliza a un pequeño, sería mejor que fuera echado al mar».
Dar a los niños la Eucaristía es alimentarlos con aquello que les pertenece, el pan de los ángeles, aun más de esto es ofrecer la fuerza de hacer crecer siempre en ellos la vida divina con todos sus dones los santos y los apóstoles brotarán como el agua del manantial. Debemos todos como Obispos Sacerdotes, Religiosos y Familiares, decir “sí” al Papa y consagrar a la infancia sin descanso, el tiempo y los talentos para conservar encendida la esperanza sólida de respaldar todo en Cristo, desde el principio . Como la Virgen vayamos a los niños!
- S.E. Rev.ma Mons. Peressin Arcivescovo dell’Aquila (28.09.96)Querido Padre le debo una respuesta a su carta del 2 de Septiembre (c.m.) con la cual me ha gentilmente hecho el regalo del opúsculo “Colección de textos y documentos eclesiásticos sobre la edad de la Primera Comunión de los niños”.
Estoy plenamente sobre el deber de los papas, de los eclesiásticos, de los catequistas y de toda la comunidad eclesial en promover la Primera Comunión de los niños que hayan alcanzado uso de razón. Esta maravillosa acción pastoral de la Iglesia más que haber sido promovida y recomendada de los Sumos Pontífices, especialmente de san Pío X en adelante ha llegado a ser obligatoria en el can 914 del Código de Derecho Canónico y por tanto es deplorable que aquí y allá cualquier eclesiástico desaconseje esta práctica debida, reenviándola a 10 años de edad cuando el muchacho ya no es un niño, o cuando ha perdido la inocencia y ha sido despabilado.
Ánimo querido Padre, la vida del cristiano no ha sido nunca fácil tanto es menos fácil para aquellos que han escogido vivir totalmente para el Señor. A veces se tiene la impresión que las fuerzas del maligno prevalecen sobre nosotros haciéndose incluso probar en carne viva la oposición e incluso la persecución de aquellos que están cerca. Pero Dios, nuestro amor supremo, sabe todo, ve todo y tiene cuenta de todo. Lo importante de nosotros es no dudar de Él, servirlo con amor y con simplicidad evangélica, sin nunca envanecerse, internamente o exteriormente, de pertenecer a Dios o de estar de la parte de Dios. Nosotros somos solamente de pobres pecadores, que han tenido la gracia de querer buscar vivir con Jesús y por Jesús, y de trabajar humildemente en la viña del Señor, que es su Iglesia.