(A San Pío de Pietrelcina) «Padre, ¿Cómo la llamamos a la obra en pro de los enfermos?» Cerró los ojos y se quedó absorto por varios segundos y después volvió en sí con una frase: «Ayuda a la humanidad que sufre».
«Padre, la obra ¿tiene que ayudar algún tipo especial de enfermos o debe abrazar a todos los tipos de enfermos?» Como la vez anterior, cierra los ojos y se queda en silencio unos segundos, después levantó las manos al cielo y gritó con voz alta: «A todos, hijo mío, a todos, a todos»