La hermana Ionella, hermana griego-católica, originaria de Grecia, en Bucarest (Rumania) (…) Después de algunos días nuestra traductora Anca nos hizo saber que Sor Ionella quería encontrarse con nosotros, cosa extraña, debido al clima de clandestinidad en que vivía.. Apenas nos vio, vino a nuestro encuentro: «Ustedes son de la Armada Blanca  y agregó: Quería conocer a aquellos por los cuales sufrí diez duros años de cárcel»…

 

Card. Casimiro Swiatek, Obispo de Minsk (Bielorrusia) “Fui arrestado por la KGB el 30 de abril de 1941 y segregado en la celda de la muerte, cada noche esperaba que vinieran a tomarme para matarme. El 22 de junio después de la invasión alemana, caí en manos de la Gestapo, de la sartén a las brazas, como se dice. Saliendo vivo de manos de la Gestapo, fui nuevamente arrestado por la KGB. Y condenado a diez años en Siberia. El trabajo era difícil y pesado y la comida poca y no bueno y el clima muy severo. Cuando cortábamos el bosque la temperatura podía bajar a 40 grados bajo cero, era peor esa zona que Siberia septentrional por los vientos fuertes y mucha nieve, con tanto viento faltaba el oxígeno.

Padre Nicolaj Blaszko, Ortodoxo, párroco de Kniagini (Bielorrusia). «Este encuentro con ustedes lo considero la gran confesión de mi vida; una confesión ante todo el mundo, para que el mundo sepa todo lo que hemos sufrido para dar testimonio de Dios, no hubiera muerto en paz si no hubiera hecho ésta confesión al mundo».