«Quieren ofrecerse a Dios, dispuestos a soportar los dolores que
El decidirá enviarles, en acto de reparación por los pecados
Con los que es ofendido y como súplica para la conversión de los pecadores?»
El objetivo principal de la Armada Blanca es invitar a los niños a consagrarse a Dios a través de María, para así ponerlos al seguro en el Corazón del Padre y volverlos instrumentos activos de la coredención.
Aquellos que proponen ésta invitación a los niños continúan la acción iniciada por María con los tres pastorcitos el 13 de Mayo de 1917; no constituye en ellos una posición de protagonistas, sino de instrumentos de María que los hace pequeños para hablar con los pequeños, prestándole a Ella sus voces.
Invitar a los niños a consagrarse a Dios provoca una operación directa del Espíritu Santo que, al “sí”, renueva la vivificante acción de la Anunciación: después que Lucía, Francisco y Jacinta respondieron “sí” a la invitación de la Virgen, "Ella abrió las manos, comunicandonos una luz muy intensa, como un reflejo que de Ella salía y que nos penetraba en el interior del alma. Esa luz era Dios" (tomado de las memorias de Lucía).
Aquellos que van a hablar con los niños deben estar conscientes de lo sagrado de esa acción y deben por consecuencia prepararse espíritualmente para volverse instrumentos del Espíritu Santo para llevar con humildad y gozo éste mensaje de Luz a los pequeños.
La primera responsabilidad de aquellos que se dedican a ésta misión debe ser la santificación personal, para la cual son necesarias ciertas bases sólidas para favorecer el crecimiento espiritual:
- Ofrecimiento de sí mismos al Padre dispuestos a vivir su Voluntad en María, con María y por María;
- Confesión semanal o al menos quincenal;
- Misa diaria;
- Comunión diaria;
- Rezo del rosario entero todos los días;
- Adoración Eucarística diaria o al menos una vez por semana;
- Lectura espiritual y meditación cotidiana de la Sagrada Escritura y de la vida de los Santos.
Durante la consagración también aquellos que acompañan al equipo que consagra permanecen en constante oración, pidiendo la intercesión de los Angeles para que los niños estén bien dispuestos a poner atención y puedan recibir en sus corazones la invitación de la Virgen.