?Como nació esta iniciativa?
La Armada Blanca en el 1988 decidió hacer algo para los ninos no nacidos y a tal propósito en L’Aquila una sección del Movimiento por la Vida de la Armada Blanca organizó en el mes de mayo del mismo ano una Semana por la Vida.
Con el deseo de dar un propósito que fuera mas allá de una estéril polémica, todos los miembros del Movimiento hicieron una peregrinación a la Virgen de Roio cerca de L’Aquila, recorriendo la Vía Mariana tan amada por los corazones de cada aquilano: un sendero de montana en el cual fueron colocados 15 valiosas ediciones de mosaicos de la Escuela Vaticana representando los 15 misterios del Rosario.
Después del V misterio doloroso, y antes del I glorioso, a alguno de los participantes le llamó la atención una piedra que representaba un feto labrado con muchísima precisión. Fue la respuesta a nuestra petición: la victoria de Jesús inició después de la muerte con la resurrección; la batalla por la vida tenía que ser combatida después de la muerte.
Esto dió la idea del sepelio de los ninos no nacidos, para que el hombre tomara conciencia del valor de la vida desde la concepción.
En dos anos se efectuaron muchos sepelios, y se pensó de erigir un monumento a nuestros hermanitos para que recordase a todos su dignidad como hijos del hombre.
Estábamos en el cementerio en el área destinada a los ninos para escoger el lugar donde colocar el monumento a Maria Madre de los ninos no nacidos y de repente un rayo de luz nos lo indicó.