El 3 de Diciembre de 1980 se enviaron 400 niños de Armada Blanca a encontrarse con el Santo Padre en el Vaticano en la sala Nervi.
IL MESSAGGERO 10 de diciembre de 1980 -“Una revancha para 400” - Cuando el Papa Juan Pablo II visitó el pasado mes de agosto L’Aquila, entre sus numerosos compromisos, de un día de denso trabajo, tenía el de encontrarse en el estadio a la llegada de su helicóptero blanco y amarillo con los niños. Pues bien, ese encuentro, organizado con tanto entusiasmo por «La Armada Blanca» se vio muy recortado por la tiranía del tiempo, la parada del Santo Padre donde estaban los niños fue verdaderamente breve. Pero tuvieron su revancha. Una revancha llena de alegría y entusiasmo, ofrecida una vez mas por «La Armada Blanca» que consiguió que una buena representación de niños de las escuelas primarias de L'Aquila tuvieran un lugar de honor en la audiencia papal la semana pasada, en la gran sala Pablo VI del Vaticano (…) en su recorrido por la sala Juan Pablo II se detuvo cordialmente a la altura del grupo de L’Aquila «Cesc Marii» mientras que los niños entonaban el fuerte canto polaco en honor de la Virgen. El Papa sonrió (…) y en el momento de los saludos otra vez el Santo Padre dirigió unas palabras especialmente para los jovencitos de L’Aquila” Dirijo un saludo especial - dijo el Papa - a los 400 niños que vienen de la Arquidiócesis de L’Aquila que con tan alegre presencia le dan a esta audiencia una nota de entusiasmo y de optimismo cristiano”.
Pocos recuerdan que la noche del 2 de diciembre de 1980 los tanques rusos estaban nuevamente en las puertas de Polonia, los niños de L'Aquila que estaban en la audiencia el 3 de diciembre fueron invitados a rezar el Rosario para que los tanques soviéticos se retiraran sin entrar en el país, cosa que habría acarreados graves consecuencias: una vez mas el rezo de los niños fue escuchado.