En 1987 el Papa Juan Pablo II expresó su deseo de ir a Moscú. La Armada Blanca, que tiene entre sus objetivos la conversión de Rusia, veía en el encuentro del Papa con Gorvachov una señal de esperanza y de luz para la humanidad entera.
Se movilizó a todos los niños de Armada Blanca de Italia y del mundo para que cada día rezaran el Rosario y ofrecieran el sacrificio de no ver la televisión por esa intención. Se le enviaron más de 20 mil cartitas a Gorvachov por parte de los niños pidiéndole que recibiera al Papa. El encuentro no se dio en Moscú sino en Roma el 1ro de diciembre de 1989, y a esa última “victoria” de los niños fue dedicada un número especial de la publicación del pequeño periódico de Armada Blanca.
ARMADA BLANCA
año de 1990- num. 1
¡NIÑOS, GRACIAS!
LO LOGRAMOS
GORVACHOV SE ENCONTRÓ CON EL PAPA EN ROMA
1ro de Diciembre de 1989:
Gorvachov se encuentra con el Papa en el Vaticano
Hace ya dos años que, en ocasión de los mil años de la Rusia cristiana, el Papa expresó sus ganas de ir a Rusia. Los obstáculos parecían invencibles y se les pidió a los niños de Armada Blanca intensificar la oración para que se pudieran vencer todas las dificultades.
Los deseos de nuestro Papa sobre la tierra son órdenes y pusimos en acción a miles de niños que empezaron a rezar el Rosario por ésta intención y que ofrecieron el sacrificio de no ver televisión por ésta intención.
El motivo que tenía el Papa para ir a Moscú no fue ciertamente turístico: la historia del siglo pasado estaba relacionada con Rusia, así como la Virgen anunció el 13 de Julio:
«Desde Rusia surgirá un error que conquistará el mundo pero al final Rusia se convertirá».
Interpretando la razón que movía al Papa le escribimos lo siguiente:
El Águila, 25 de Mayo de 1988, Anunciación de María
Padre Nuestro aquí en la tierra
Cuando Usted pueda tomar, en tierra rusa, la guía de esa nación, Cielo y Tierra se besarán. Será el signo del inicio de la gran recomposición.
Para que esto suceda nos comprometemos a movilizar a todos los niños de la Armada Blanca: los obstáculos caerán, las barreras se despedazarán, el gran encuentro esperado por siglos se dará.
Lo lograremos porque en el Padre con María somos más fuertes nosotros.
Le queremos mucho. En su fuerte abrazo dénos su bendición.
Padre Andrea D’Ascanio ofm cap
Responsable Espiritual de la Armada Blanca.
Para concretizar estos planes le pedimos a todos los niños que le escribieran una carta a Gorvachov, Secretario General de la URSS para que invitara al Papa a Rusia.
Contemporáneamente, iniciamos, como lo hace la Armada Blanca, con una petición a los adultos a enviar tarjetas postales a quien correspondiera. Los niños enviaron 19,000 cartitas que enviamos a través de canales semi-oficiales a Gorvachov.
Compartimos algunas de ellas porque son simpáticas con su frescura y para hacer más palpable nuestro “gracias” a los niños de Armada Blanca por el entusiasmo y convicción con el que respondieron a nuestro llamado.
“A mi querido amigo Gorvachov”
“Queridísimo Gorvachov”…, “Querido Mikael Gorvachov”…, “Respetable Presidente”..., ”Querido amigo Gorvachov”..., ”Ilustrísimo Presidente”..., ”Queridísimo Presidente Gorvachov”…, ”Querido, ilustrísimo Mikael Gorvachov”…, ”Querido, no, queridísimo Presidente”…, ”Querido hermano Gorvachov...”.
Esta son algunas de las formas en que iniciaban las cartitas de los niños a Mikael Gorvachov, secretario general de la Unión Soviética.
Nos quedamos alegremente sorprendidos por la variedad con que iniciaron sus cartas los niños, pero aún más por la simpatía que tenían por el líder de la Unión Soviética.
¿Cómo se podría explicar esta actitud cordial y afectuosa en relación a un hombre político, que ciertamente no entra en las características comunes de los líderes de los jóvenes y aún menos de los más jóvenes?
La explicación resulta evidente leyendo las cartas: la cosa que más les puede a los niños es la Paz y las pocas veces que lo habían visto en TV les había parecido un hombre de paz.
Y el corazón de los niños no se equivoca cuando sientes ese tipo de hechos. Pero dejemos hablar a los niños:
“Querido Gorvachov, se que debería hablarte de Usted porque gobiernas a uno de los países mas grandes del mundo, pero hablémonos como amigos. Sé que tienes muchas cosas que hacer y poco tiempo que puedes dedicar a ésta cartita, pero para tus cosas un momento por favor, piensa en las pequeñas cosas de las que está hecha la vida. Se que ya has hecho muchas cosas por la Paz del mundo, como la de limitar las armas mundiales, pero ya que tú piensas en la Paz ¿No crees que es importante que el Papa visite tu país y hable contigo? También él se dedica a lograr la Paz en el mundo….hasta a muchos ciudadanos de tu país les gustaría saludarlo de mano, ver su sonrisa y escuchar sus palabras. Te lo aseguro yo, es muy bonito estar cerca del Papa. Piensa en eso, empieza a hablar de eso y realiza este sueño que toda la humanidad tanto espera. (Pietro, un niño italiano de la ciudad del L’Aquila).
“Querido Gorvachov soy un niño de once años; en esta carta te pido un favor, el de dejar entrar el Papa a Rusia, nosotros niños de quinto grado te pedimos este favor para hacerles entender que la guerra es algo muy feo y que la paz es algo muy bonito, que todos queremos. Ustedes Gorvachov deben entender que el Papa va por el mundo dando paz a los hombres de buena voluntad… hará esto también en Rusia por eso nosotros los pequeños les pedimos que lo reciban bien”.(Giovanna Palagiano, Táranto, Italia)
“Querido hermano Gorvachov, también yo pertenezco a la Armada Blanca, en éste periodo yo y todos los niños de este grupo de oración estamos rezando por ti y por el Santo Padre para que lo puedas recibir en el Kremlin. Querido Gorvachov, estamos esperando todos esa era de paz que prometió la Virgen para toda la humanidad. Nosotros te seguimos porque hemos visto en ti al hombre que la mamá de Jesús ha predestinado para su proyecto. Sabemos que rezas y la mamá del Cielo esta contenta., ahora ella esta esperando tu invitación y te espera con los brazos abiertos, cuando recibas al Papa la recibirás también a ella, la Madre de Jesús. Rezamos por ti porque eres bueno. El destino del mundo depende de tu respuesta...” (Cristina, de L'Aquila, Italia).
“Querido Mikael Gorvachov, te escribo con el corazón, espero que recibas al Papa cariñosamente y que lo recibas con un abrazo para que así se acabe la guerra. Cuando escuché en unas cosas que dijiste que hablabas de Dios me di cuenta que eras diferente a los demás y que crees en Dios. Si quieres un poco de paz que la llevará para ti y para todo el mundo… (Alessandro, Vasto Marina; Chieti, Italia).
“Querido Mikael Gorvachov, el Papa quisiera ir a Rusia, espero que ustedes acepten porque es una obra de amor… querido amigo, tu y el Papa dense un caluroso abrazo que sentirá todo el mundo. Nosotros sabemos que Ustedes quieren salvar el mundo y encontrar la paz. Estamos cerca de ustedes con nuestras oraciones, con nuestro corazón y con todo el amor… Adiós a mi mejor amigo. (Luisa Casalbordino, Chieti, Italia).
“Querido Gorvachov, soy una niña de diez años y voy en quinto grado en Lugano, Suiza….el Papa Juan Pablo II quiere ir a Rusia como peregrino pero no le dan permiso. ¿Por qué no lo dejan ir a su bonito país? Ha ido a todo el mundo y sería triste que no pudiera ir a Rusia. Les pido que lo dejen ir. (Tristana, Lugano, Suiza).
“Querido Gorvachov, deseamos mucho que de su aprobación para que el jefe de la Iglesia Católica pueda ir a tierra rusa. El Papa se presenta como amigo de la humanidad y como siervo de Dios. No le cierre la puerta a la esperanza y ábrala a aquel que quiere solo EL AMOR entre los hombres. Seguros que nuestra esperanza no será desilusionada le mandamos un saludo con gran admiración. (Silvestre y todos los alumnos de secundaria de la escuela de Bitonto - Bari, Italia).
“Querido Mikael, tu eres el jefe de Rusia, te pido que dejes entrar al Papa si quieres la paz. Hazlo entrar, yo soy un niño de segundo grado de primaria tengo ocho años y me llamo Giuseppe. Aunque soy chico me doy cuenta de que la paz es importante para todo el mundo. Adiós.” (Giuseppe, Bonacrado, Oristano Italia)
“Queridísimo Gorvachov ,le pido que acepte el abrazo del Papa, eso será un alivio para todos, Francisco, Jacinta y Lucía convirtieron a Portugal y eran pequeños. ¿Por qué Usted que es grande no logra convertir a su nación? Espero que mi cartita logre enternecer su corazón. Le mando un gran beso a Usted y a su esposa.” (Lucía, Vasto, Chieti Italia).
“Queridísimo Presidente Gorvachov, soy una niña de diez años y medio, le pido, ya que Usted es muy bueno, que haga ir al Papa allí a Rusia, como hizo con Reagan, que se dieron la mano en señal de paz. Me gustaría que sucediera esto porque no amo ni la guerra ni la violencia. Recuérdese que hay otro millón de niños que al igual que yo le están escribiendo, entonces haga que el Papa vaya, a nombre del millón de niños, que el Papa vaya a Moscú.” (Giovanna, L’Aquila - Italia).
“Querido Gorvachov, se que el Papa tiene un gran deseo de ir a tu nación y que a ti no te gusta mucho la idea de ese encuentro, Yo quiero pedirte que reflexiones porque no creo que haya nada de malo en el encuentro entre tu y el Santo Padre. Quiero hacerte ver que también un hombre importante del gobierno como tú necesita escuchar cosas buenas. Tu pueblo ha sufrido mucho, muchos han sido los perseguidos políticos. Es fuerte el grito del pueblo que reclama paz y libertad. La cosa que me da seguridad es que eres un hombre de Paz y que también odias la guerra. Acoge al Papa entre tu gente y escucha la palabra del amor y de la hermandad entre los hombres. Después de ese encuentro te invito al Aquila” (Ricardo, L’Aquila, Italia).
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Estas son solo algunas de las numerosas cartitas de los niños.
El sentido que tienen las demás es prácticamente el mismo: en ese gran abrazo entre el jefe de las naciones oficialmente sin Dios y el jefe del pueblo de Dios los niños ven una garantía de esperanza y de paz. Nosotros pensamos al igual que ellos y unimos nuestra voz a la suya.
Queridos niños, en Roma, en el Vaticano, el Papa y Gorvachov se dieron el calurosísimo abrazo que debió de haber sentido todo el mundo, como ha escrito Cristina en ésta ocasión Gorvachov ha invitado oficialmente al Papa a Moscú.
¡Niños, gracias!
El mérito de lo que está sucediendo en el Este es también de ustedes, alguna de esas 19,000 cartitas llegaron seguro al destinatario y es todavía mas evidente que todas sus oraciones y sacrificios llegaron derechito al corazón del Padre del Cielo y han hecho mas que las complicadas maniobras diplomáticas. |